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Imperio romano en su apogeo

Cursus honorum era el nombre que recibía la carrera política o escalafón de responsabilidades públicas en la Antigua Roma. Se instauró durante la República y siguió existiendo durante el imperio, sobre todo para la administración de las provincias dependientes del Senado. Durante la época republicana, la organización y desarrollo de la carrera política respondía a requisitos arbitrarios y de sectores con grandes privilegios, sin embargo, esta situación se transformará con la llegada del imperio, pues se irá normalizando y regulando el ejercicio de determinadas funciones públicas (con diferentes fines, requisitos y duraciones) que servían tanto de preparación para los jóvenes en las tareas administrativas futuras como de regulador de la sociedad.

El cursus honorum establecía el orden y la jerarquía por la que se regían las magistraturas romanas, así como el modo de cumplirlas. Dicha carrera quedó regulada en el año 180 a. C. por la Ley Villia Annalis que estipulaba su ordenación de menor a mayor rango y la edad mínima para desempeñar cada uno de los cargos. En los últimos años de la República, hacia 81 a. C., Sila fijó el modelo consistente en un servicio militar previo seguido de los cargos de cuestor, pretor, cónsul y censor.[1]

El cursus honorum senatorial constaba de una fase preparatoria con varias especialidades (vigintiviratus), seis magistraturas ordinarias (cuestura, edilidad, tribunado, pretura, consulado y censura) y una extraordinaria (dictadura), la cual bajo la República solo se concedía por decisión del Senado en caso de peligro exterior o interior, y no podía sobrepasar los seis meses de duración.

Orden de las magistraturas

Cursus honorum hasta la llegada del imperio

El cursus honorum solía desarrollarse según las siguientes fases:

  • Vigintivirato: veinte cargos de iniciación para jóvenes, encargados de colaborar y formarse en algunas tareas importantes para la República, a las órdenes de senadores de mayor rango. Servía de iniciación a las tareas de la administración civil. Será un cargo no obligatorio en sus orígenes y que constituirá el primer o segundo escalafón en la carrera individual, por lo que accedían jóvenes de entre 17 y 24 años. Eran elegidos cada año por los comitia tribuna, hasta que tras el reinado de Tiberio pasarán a ser elegidos por el senado (o incluso por el emperador). Se ejercerá antes de la cuestura. Se dividían en:
    • Xviri stlitibus iudicandis: cargo de diez individuos que tradicionalmente se dedicaban a los procesos de libertad. Es el segundo cargo en orden de importancia dentro del vingiriato, por lo que era ocupado por patricios con gran frecuencia.
    • IIIviri capitales: cargo de tres individuos encargados de llevar a cabo diferentes actividades relacionadas con la administración de justicia y de la ejecución de las penas (además de la vigilancia de las prisiones). Ocupaban el escalafón más bajo entre las subdivisiones del vingiriato
    • IIIviri aere argento auro flando feriundo: cargo de tres individuos encargados de acuñar la moneda. Tenían el prestigio más alto del vingiriato. Gozaron de gran importancia por la utilidad propagandística que podía darse a las acuñaciones en épocas convulsas
    • IVviri viarum curandarum: cargo de cuatro individuos (originalmente denominado IIIIviri viis in urbem purgandis) que debían colaborar en la limpieza de las calles de Roma.Tras las guerras civiles se crearán dos nuevos puestos que lo harán en zonas fuera de la capital (denominados IIIIviri viis extra urbem purgandis), aunque desaparecerán con la llegada de Augusto.[2]
  • Tribuno laticlavio: Servicio como oficial de una legión. Tradicionalmente, en la época republicana, era un requisito para realizar una carrera en el senado, comenzando por puestos generalmente bajos. Con el comienzo del Imperio se establece la obligatoriedad de formar parte del servicio militar, reservando un rango senatorial específico; por ello, los aspirantes a senadores debían pasar por el ejército, entrando directamente en el tribunado (un rango mayor al resto de militares). Se ejercerá antes de la cuestura[2]
  • Cuestura: Tesorero, encargado de las finanzas y de pagar a los ejércitos; en las provincias están subordinados al gobernador. Tras las reformas que Sila aprobó en el año 81 a. C., la edad mínima para la cuestura se fijó en 20 años para los patricios y 32 años para los plebeyos. El cargo de cuestor daba acceso directo al Senado. Antes los censores revisaban los ingresos en el Senado regularmente, pero pasaba más del año que la elección a cuestor introdujo. El número de cuestores se fijó también en veinte, aunque originalmente eran cuarenta (reducidos por Augusto), en donde diez se encargaban de las tareas concernientes a las provincias y los otros diez a las de la propia urbe romana[3]
  • Edilidad: Desempeñaba en la urbe funciones reguladoras del orden público (cura urbis), organización del abastecimiento (cura annonae) y preparación de fiestas y juegos públicos (cura ludorum), no obstante, con el reinado de Augusto estas tareas irán mermando, centrándose en la cura urbis únicamente.[2]​ Frente a la plebeya, la edilidad curul la desempeñaban solo los senadores de origen patricio. La edad mínima era para ejercer el cargo era de 36 años.
  • Tribunado de la plebe: Cargo alternativo a la edilidad. Representación política y protectora del pueblo. Eran los encargados de proporcionar alimento, seguridad y espectáculos.[2]​ Su misión original era de defender los derechos del pueblo romano frente a los excesos del Senado, utilizando para ello la intercessio o derecho de veto. Augusto vació totalmente de contenido este cargo
  • Pretura: Principalmente, tenían asignadas funciones relacionadas con la administración de justicia. Los pretores podían gobernar provincias menores y obtener el mando de legiones. Cargo de entre ocho y catorce personas según las necesidades de la administración. Eran elegidos a través de elecciones.[2]
  • Consulado: Eran equivalentes a jefes de gobierno, se encargaban de convocar y presidir las sesiones del Senado, de presidir los principales procesos judiciales, de supervisar el orden público en la ciudad,[2]​ de ejecutar la política exterior y de comandar los ejércitos en campaña. Había dos cónsules anuales, llamados ordinarii u ordinarios, que daban nombre al año (epónimos), y uno o más sustitutos o suffecti. Este puesto era el escalafón final en la carrera senatorial, gozando de una amplia popularidad y respeto por parte de la sociedad romana, además de una gran importancia y responsabilidad.[2]
  • Censura: Magistrados (eran dos) elegidos cada cinco años de entre los senadores que habían desempeñado el consulado, aunque solo ejercían los primeros 18 meses, encargados de revisar la lista de ciudadanos y senadores y de controlar las cuentas del Estado, promoviendo nuevos proyectos de obras públicas, como templos, acueductos o calzadas. Al terminar los 18 meses efectivos de mando, realizaban una ceremonia pública de purificación de la Urbs, llamada lustrum. Durante el Imperio solo la ejercieron los emperadores, algunos con carácter perpetuo. No forma parte del cursus honorum ya que desaparecerá con la llegada del Imperio[3]
  • Dictador: Cargo extraordinario que se ejercía solo en tiempos difíciles, de amenaza externa o desórdenes internos. Uno de los dos cónsules era elegido y permanecía seis meses en el cargo. Durante ese período tenía autoridad militar y civil absoluta para restablecer el orden. Cumplido ese plazo, debía abandonar el cargo y si los problemas continuaban, se nombraba a un nuevo dictador. Normalmente, no se podía ejercer dos veces en la vida ese cargo extraordinario, aunque hubo excepciones, como la de Julio César, que lo fue cuatro veces y en enero de 44 a. C. fue nombrado dictator in perpetuum. No forma parte del cursus honorum.
Augusto, figura fundamental en la organización política del Imperio romano

Los tres escalafones principales (quaestor, praetor, consul), separados por periodos de descanso, otorgaban un rango respectivo (vir quaestorius, vir praetorius, vir consularis) y permitían ocupar otros destinos y cargos específicos. El noble romano que quisiera destacar, debía empezar por el rango más bajo y cubrir todos los peldaños hasta llegar a cónsul, y por último a censor y a princeps senatus. Todo esto cambió mucho a lo largo de los años y hubo una reforma importante llevada a cabo por los Gracos.

Desde Augusto, bajo el Imperio, pasó a ser una carrera funcionarial, ya que el poder político y militar estaba solamente en manos del emperador. Este podía hacer adelantar escalones a determinados senadores de su preferencia mediante la adlectio, o proponerles para uno determinado, en cuyo caso se les llamaba candidati.

En la época imperial se añadió la obligación de pasar por una función militar en una legión como tribuno laticlavio, de los cuales cada legión tenía uno, siendo los otros cinco del orden ecuestre; este mando se desempeñaba antes o después del vigintivirato.

En la época de Augusto se fue creando un cursus honorum específico para los equites, caballeros o miembros del ordo equester que, en general, se destinaban al ejército (tribuno angusticlavio), y más adelante a ocupar puestos en la administración imperial.

Notas y referencias

  1. Graham Speake, ed. (1999). Diccionario Akal de Historia del mundo antiguo. Madrid: Ediciones Akal. p. 109. ISBN 9788446010333. OCLC 57674238. Consultado el 8 de junio de 2013. 
  2. a b c d e f g Tobalina Oraá, Eva. (2007). El "Cursus Honorum" senatorial durante la época Julio-Claudia (1a ed edición). Ediciones Universidad de Navarra. ISBN 84-313-2433-3. OCLC 123941097. Consultado el 23 de diciembre de 2019. 
  3. a b Abbott, Frank Frost, 1860-1924. (1901). A history and description of Roman political institutions. Ginn & Co. OCLC 14572380. Consultado el 23 de diciembre de 2019. 

Enlaces externos

A history and description of Roman political institutions

Novelas históricas

Los ojos de Hipatía